jueves, 23 de abril de 2015

Óleo

El óleo es una técnica que inventaron los pintores flamencos en el siglo XV. Consistía en mezclar los pigmentos (polvos de color) con aceite de linaza como aglutinante y esencia de trementina como disolvente. Gracias a esta técnica se podían realizar "veladuras", es decir objetos semitransparentes como velos, telas de gasa, etc.

Anteriormente la técnica más utilizada era el temple, para el que se mezclaba la pintura con yema de huevo.

Aquí tienes un ejemplo de veladura en el velo transparente que lleva la Virgen en esta obra.



Sfumato

El sfumato o esfumato es una técnica italiana creada por Leonardo da Vinci que consiste en difumiar los contornos de las figuras para realizar una transición suave hacia el fondo del cuadro. De este modo, se crea una sensación de mayor volumen y elimina las líneas negras de los contornos de las figuras que son tan irreales. Miraos entre vosotros. ¿A que vuestro contorno no está marcado por una línea negra?

Comparad los contornos de la primera imagen y la segunda. En la imagen de arriba, los contornos son tan precisos que la figura parece "pegada" sobre el fondo y carece de volumen. Sin embargo, en el bebé los contornos son más imprecisos, marcados con sombras y ayudan a que percibamos el volumen de la figura.



Perspectiva aérea



La perspectiva aérea es una técnica inventada en el Renacimiento que consiste en azulear los fondos y difuminarlos para dar la sensación de lejanía por la interposición del aire.

La base de esta técnica está en la experiencia de que con la lejanía perdemos agudeza visual, por tanto los objetos se aprecian menos nítidos. También en que la coloración azulada del oxígeno (que aprecias en el color del aire o del agua) tiñe ligeramente los objetos distantes, como montañas o vegetación, haciéndolos aparecer ante nuestros ojos como azulados en lugar de su color natural.

Observa estas dos imágenes:
En la primera el fondo está demasiado nítido y color marrón. Si miras a la sierra, sin embargo, lo que verás es más parecido al segundo cuadro, en el que las montañas se ven con menor definición y de un tono azulado. El efecto que produce la aplicación de la perspectiva aérea es de que el cuadro tiene verdadera profundidad.